miércoles, 15 de octubre de 2008

Sintesis Medicina (Fotos)

Crónica 6

El jueves 25 de octubre tuvimos la oportunidad de tener una charla con Juan y Cecilia que son estudiantes de Medicina, que forman parte del grupo Síntesis. Ellos nos informaron a cerca de los temas que vamos a tratar en nuestro Foro Barrial, respondiendo preguntas e inquietudes. Se ofrecieron a ayudarnos en la preparación del mismo, solicitándonos información para facilitarnos nuestro trabajo.
Muchas Gracias.

4to Año.

Una experiencia desde los principios religiosos.

Cómo educar para la vida

El Foro Juvenil Barrial busca que alumnos de diversos credos sean buenos ciudadanos.

Hugo Chantada

Los actuales desafíos culturales donde todo parece válido y sostenido por el pleno uso de una libertad sin ejercicio de responsabilidades, incluidas las sociales, ubican a la escuela como un lugar contenedor en un mundo que expulsa, aísla y segrega. Una realidad que resalta el rol de los establecimientos confesionales, que deben alcanzar un valor agregado a la instrucción. Así lo destacan los participantes del Foro Juvenil Barrial, experiencia piloto con alumnos de distintos colegios, tanto de gestión privada como estatal, que tuvo como centro el barrio de Villa Urquiza.

Esta iniciativa se articula con la Escuela de Vecinos, impulsada por la Vicaría de Educación y la Fundación Eforo, con los auspicios del Instituto de Diálogo Interreligioso y la Fundación Noble, como también distintas organizaciones sociales. Motivan a asumir y multiplicar en la sociedad civil los espacios que tiendan a mejorar la participación y el compromiso ciudadano, desde la diversidad y desde los valores, incluidos los religiosos.

Subrayan la imprescindible comunicación de principios perennes y de una espiritualidad que permita a cada alumno reconocerse como persona, para descubrir el sentido de la vida y el transitar como comunidad, promocionando la convivencia. Lo cual no resulta fácil, por tanto la realidad interpela: ¿Se logra ese objetivo? ¿Cómo puede alcanzarse? ¿Cuál es la mejor manera de plasmar esa meta tras tantas oportunidades frustradas? ¿Cómo se lleva a cabo esa comunicación de la fe?

Más de medio millar de alumnos de escuelas medias y primeros años de distintas universidades estuvieron acompañados en las conclusiones, entre otros, por el presidente del Consejo de Educación del Arzobispado de Buenos Aires, José María del Corral; el responsable de educación del Centro Islámico de la República Argentina, Emir Jarnub, y los profesores Viviana de Matteis, Rosana Fernández y Julio Nardini. Los jóvenes señalan, en general, que nada debe pasar por la imposición o manipulación de ideas o costumbres, por el contrario se transita por el ofrecer. "No importa la creencia de cada uno, lo válido es el reconocimiento de Dios y lo que hago, no con quien lo hago", afirma Damían Aruj, joven judío.

Sustancialmente, coinciden los participantes, se modificó aquel tan escuchado "No porque No" para reemplazarlo por un "No porque Sí". Un "Sí" que se abre a alcanzar la plenitud como persona, de cada una y de la comunidad toda. Sin duda se da paso a reconocer los valiosos senderos de lo positivo. "Son semillas, concuerdan, que se ubican en un momento esencial y darán fruto. No podemos poner fecha, ni día de vencimiento, ni de floración. Habrá que aguardar, con paciencia sin dejar de cuidar, para que en un proceso lógico de maduración puedan abrirse al mundo y mostrar que aquellos esfuerzos, aquellas palabras, aquellos testimonios no sólo fueron escuchados y aprendidos, sino puestos en ejecución y encarnados".

Siempre es una búsqueda, y el diálogo, convencimiento y la perseverancia son herramientas insustituibles. No tenemos todo resuelto, mucho queda por hacer y en el encuentro con los otros esta la llave para destrabar el andar, según coinciden los mentores. Al joven lo motiva el hacerse solidario o emprender una misión. Es propio de la edad y son los despertares. Justamente con los otros y en el hacer se van haciendo libres y comprometidos. La educación en la fe y en los valores es algo complejo, difícil y a veces difícil de decodificar. La animación no se maneja con circulares o notas, se maneja circulando y dando testimonio.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Prevención de Adicciones

CARLOS ALBERTO BARZANI
Lic. en Psicología
Especialista en Adicciones y otras Problemáticas del Consumo
Jefe de Residentes Hospital General de Agudos Enrique Tornú (2002-2003)
Coordinador de grupos
Tel: 6317-9769 / (15) 4075-9769
E-mail: carlosbarzani@yahoo.com.ar
http://www.carlosbarzani.com.ar

La cuestión de la prevención es siempre un tema difícil; ésta apunta a mejorar las condiciones de salud y anticipar el daño tendiendo a evitarlo. Sin embargo, la psiquis humana es muy compleja y a veces ocurre que lo que intenta ser un consejo con buenas intenciones que apunta a evitar algo no deseado, provoca el efecto contrario. Sobre todo en un tema tan controvertido como son las adicciones a ciertas drogas. Así, en muchas ocasiones no se habla de las personas que tienen una adicción, sino de las drogas y los drogadictos.
Es frecuente escuchar en las crónicas policiales de hechos violentos la infaltable pregunta acerca de los delincuentes: ¿estaban drogados? Como si la conducta criminal fuera efecto de la droga y no de una persona responsable de sus actos. Evidentemente, para ciertos sectores es más sencillo hablar del flagelo de “la droga” que del creciente nivel de violencia y de desamparo en nuestras sociedades, ya que abordarlo desde esta otra perspectiva llevaría a hablar de políticas sociales llevadas a cabo por los Estados.
Los mensajes masivos, en su mayoría, se caracterizan por ser moralizantes, autoritarios y/o apelar al miedo, desembocando en repetidos discursos proselitistas que sólo poseen sentido y eficacia para quien los produce. Estas estrategias no sólo no disminuyen el consumo de drogas, sino que en algunos estudios se ha visto que lo aumentan.
Por otro lado, aunque en ciertos ámbitos se generen “interesantes” y “apasionados” debates, ubicar el problema en “las drogas” centra la discusión en un lugar equivocado, ya que omitimos ver la relación que la persona puede tener con la sustancia. Si desplazamos el haz de luz hacia la relación de los seres humanos con las drogas veremos, por ejemplo, que algunas de ellas fueron consumidas en ciertas comunidades indígenas durante mucho tiempo. Allí cumplían una función importante en ciertos ritos religiosos o de iniciación y no crearon adicciones. Aquí advertimos que la relación que estos pueblos tenían con estas drogas era diferente a la que se tiene en nuestra cultura occidental judeo-cristiana. En la sociedad actual las drogas legales –alcohol, tabaco, fármacos- son un objeto más de consumo y se ofrecen a través de campañas publicitarias que prometen éxito, placer, diversión, eficacia, según el caso. Las drogas ilegales – marihuana, cocaína, pasta base, éxtasis, etc.- son concebidas como sustancias demonizantes. Por otra parte, la ley confiere a los consumidores de drogas ilegales el doble estatuto de delincuentes y enfermos. El consumo de drogas requiere atención médica y/o psicológica, pero la tenencia constituye un delito…
Cabe aclarar que no todo el que consume o consumió alguna sustancia -sea esta legal o ilegal- ha desarrollado o va a desarrollar una adicción. No obstante, es frecuente que un individuo crea que maneja a su antojo el consumo que realiza y, sin embargo, sin darse cuenta, el imperioso deseo de consumir ocupe importantes momentos de su vida. Por ejemplo: algunas personas necesitan “entonarse” para ir a bailar o para encarar a alguien, o fumarse un “porrito” para ir a un recital, sino lo hacen, tienen la sensación de que algo les falta, que “no es lo mismo”.
En síntesis, el problema no es lo que se consume. El problema es ¿para qué se consume?

Si centramos la atención en la palabra adicción, al menos en castellano, nos remite a la falta de palabra, esto es, no decir, no hablar[i].
Esto nos lleva a un punto central y es que en general muchas personas llegan a tener una adicción por la imposibilidad de hablar de ciertas cuestiones y no poder resolverlas a través de la palabra. El consumo adictivo de sustancias puede estar referido a las más diversas motivaciones. Puede estar al servicio de intentar anestesiar un dolor, aliviar la angustia, insensibilizarse ante sentimientos displacenteros, tapar un vacío, calmar la ansiedad, provocar un estado de euforia, escapar de la monotonía y el aburrimiento, producir un estado de ensoñación, pero no lo logra. El efecto de la sustancia es transitorio, cuando se disipa se necesita volver a consumir. Si la adicción intenta resolver un problema, para resolver la adicción se tratará de encarar el problema o motivo que llevó a la persona a consumir adictivamente. Situación que es difícil reconocer, ya que muchas veces se trata de paliar algún conflicto interno que aquélla desconoce. Es importante destacar este punto porque no se trata de intentar sacar palabras con tirabuzón.
Una evaluación terapéutica por profesionales que tengan experiencia en el tema puede ser un camino que conduzca a descifrar y desanudar el problema.

Drogas, alcohol y adolescencia

Desde hace años circulan discursos que categorizan las adicciones como un problema de los jóvenes. Si bien la problemática se extiende a una franja etaria que abarca desde los púberes hasta los adultos mayores, variando en la frecuencia, cantidad y tipo de sustancia, el inicio del consumo se produce mayormente en la adolescencia.
El hecho de que la adolescencia sea la etapa de la vida de mayor vulnerabilidad para el inicio del uso y abuso de drogas puede explicarse por las características propias de ella, como parte de un proceso de profundas transformaciones biológicas, psicológicas y sociales.

La adolescencia es una etapa donde se conjugan momentos de búsqueda de identidad, de cambios corporales, de iniciación sexual, duelos, diferenciación respecto de los padres y búsqueda de otros modelos , fluctuaciones emocionales (rabia, pena, miedo, alegría), de nuevas responsabilidades, de replanteo y cuestionamiento de valores, etc. Todos estos procesos pueden producir angustia, malestar, conflictos, que en algunos momentos resulten intolerables. Recíprocamente, esta etapa también es difícil para los padres que, ante el proceso de crecimiento del hijo, deben atravesar diferentes transformaciones y enfrentar múltiples reubicaciones. Algunas de ellas consisten en encarar diversos duelos -desprenderse del hijo niño, dejar de funcionar como ídolo y aceptar una relación llena de críticas y ambivalencia, admitir su propio envejecimiento, entre otros- y re-vivir aspectos de su propia adolescencia y de la relación con sus propios padres. Al mismo tiempo, deben hacer equilibrio entre no ser ni demasiado sobreprotectores o invasivos, ni demasiado permisivos o ausentes.
Ahora bien, si la estructura psíquica y el sostén afectivo familiar del joven no logran soportar, contener tales estados, el consumo de alcohol y/o drogas que la sociedad y los grupos de pares ofertan les sirve para paliar el malestar y encontrar algunos momentos de alivio.
Como decíamos anteriormente, el eje del problema no son las sustancias, sino qué le pasa a ese joven que no puede encontrar otras formas de elaborar y resolver los conflictos y procesos que está atravesando. Hay que dilucidar para qué le sirve la droga y por qué no puede encontrar otra manera de encarar los obstáculos que se le presentan.
Si bien no todo adolescente que consume o prueba drogas o alcohol llega a tener un problema de adicción, muchos pueden llegar a tenerlo. Asimismo, no siempre es necesario un tratamiento prolongado, algunas entrevistas con un profesional pueden esclarecer la situación. En muchos casos un acercamiento franco de los padres puede alcanzar para ayudarlos a encontrar un camino que les de más elementos para resolver la crisis.
Los padres de púberes y jóvenes a menudo preguntan cómo saber si su hijo “se droga”, la respuesta no es sencilla; pero sin duda, una de las maneras es escuchándolo. Los adolescentes -y no sólo ellos- pueden hablar mejor sobre cualquier tema con quienes “saben” escuchar. Ciertas actitudes obturan la posibilidad de comunicación y son incompatibles con una disposición genuina de escucha. Cuando se juzga, se aconseja o sermonea en exceso, se critica, se ridiculiza, no se toman en cuenta o se toman a la ligera sus opiniones o existen grandes contradicciones entre lo que se dice y hace, se están colocando obstáculos en el vínculo con los hijos. “Escuchar” no se trata sólo de no interrumpir mientras el otro habla, sino de tratar de comprender lo que nos dice y lo que quiere decirnos.

Algunas señales que pueden estar indicando el abuso de alcohol y/o drogas son la aparición de: fatiga, quejas continuas acerca de su salud, ojos enrojecidos, tos persistente. Cambios repentinos de humor y/o personalidad, irritabilidad, insomnio o somnolencia persistentes, conductas de riesgo, depresión, desinterés generalizado, dejar de comunicarse, ausencias frecuentes y problemas de disciplina en la escuela, entre otras.
No está demás aclarar que algunas de estas manifestaciones pueden ser indicadoras de otros problemas. Si bien los padres pueden reconocer señales que sean expresión de dificultades, no se espera que ellos hagan el diagnóstico. El primer paso es consultar con un médico para estar seguros de que las señales que se perciben no sean efecto de causas orgánicas. Luego, conviene proseguir con una evaluación realizada por un profesional de la salud mental. Para finalizar, es importante subrayar que aunque no existen recetas para prevenir problemas de adicción en un adolescente, podrían enumerarse algunos puntos que abren mayores posibilidades de que las dificultades que se vayan presentando a lo largo de esta etapa no sean desproporcionadas:
• generar espacios de comunicación donde la expresión de sus opiniones y manifestaciones sean valoradas,
• evitar comparaciones entre sus resultados y los de los demás,
• disponer normas y límites claros y coherentes;
• facilitar la inclusión en actividades que permitan construir vínculos y pertenencias,
• alentar la inserción en espacios que permitan el despliegue de la creatividad y el desarrollo de capacidades y destrezas, etc.

[i] La palabra adicto proviene del latín, addictus que quiere decir adjudicado. En el derecho romano se llamaba addictus al deudor insolvente que había sido adjudicado al acreedor para que éste cobrase su deuda, pero sin perder su condición de ciudadano romano si dentro de un plazo de sesenta días pagaba se deuda. En caso contrario, se convertía en esclavo de su deudor. En este sentido alude a estar “entregado” o “esclavizado” a causa de sus deudas.

La salud no es algo estático y perfecto, sino un movimiento equilibrado.

martes, 30 de septiembre de 2008

Jóvenes desamparados y con miedo

los cambios en la cultura adolescente a partir de cromañón..

Un estudio sociológico analiza las consecuencias que la noche del 30 de diciembre de 2004 tuvo sobre la juventud argentina. La precariedad del cuidado institucional y la falta de lugares de expresión. La conciencia del autocuidado.

“Los adolescentes están desamparados después de Cromañón”. Sobre eso trabajan las investigadoras Violeta Rosemberg y Cecilia Flachsland, quienes desde hace dos años estudian lo que sucedió en la noche de aquel 30 de diciembre y sus implicancias en la cultura argentina. Para eso han recorrido escuelas secundarias rastreando “el comportamiento de los jóvenes a partir de conocer los riesgos eventuales que corren”.

Los adolescentes tienen nuevos miedos, “porque las instituciones que antes se encargaban ya no están, y eso se vio en Cromañón”. Ante esa circunstancia, las investigadoras creen que hay un autocuidado de los jóvenes parecido al que existió aquella noche, donde el 60% de los muertos fueron chicos que entraron a salvar a otros. “Había cierta solidaridad que hay que tener en cuenta”, aseguran las especialistas.

“No hubo una gran enseñanza para la sociedad y los jóvenes en particular, sino sobre todo miedo”, dicen. Y agregan que eso se ve en que las cláusulas que se hicieron cumplir a rajatabla luego de la tragedia hoy ya no se cumplen. “Es pedirle a las culturas juveniles que se comporten bien cuando nadie se los enseñó, y cumplir con reglamentaciones de países centrales en la Argentina, se sabe, es imposible”,aseguran las profesionales que están compilando su trabajo para un libro de próxima aparición.

Según Rosemberg, “las condiciones, quizás no en la ciudad de Buenos Aires pero sí en Buenos Aires, están dadas para que Cromañón vuelva a pasar en cualquier lado, en cualquier momento. Aunque, sin dudas, hay sectores más proclives”.

“Ante la muerte masiva de jóvenes, la sociedad se ciega o prefiere no mirar”, asegura Rosemberg. Esto trae como consecuencia que Cromañón aparezca sólo como un hecho judicial, y eso se hace patente –al decir de las investigadoras– cuando el movimiento Cromañón convoca a una marcha: sólo participan los sobrevivientes, los familiares y los amigos.

Al visitar escuelas medias, notaron que los jóvenes que van hoy al secundario lo ven como algo distante y “no sienten que les haya pasado como generación”. Para Rosemberg, “nadie se quiere apropiar de lo que pasó”, y el fenómeno “quedó muy aislado y no pudo hacer alianza con nadie”.

Rosemberg y Flachsland dicen que en los recitales de Callejeros se ve que “los pibes siguen yendo y entiendieron que no pueden llevar más bengalas”, lo que genera un marco de diversión más cuidado. Aunque, aclaran, “no todos lo entendieron”. No obstante, “la idea de que la muerte está cerca y uno no se puede sentir tan seguro”, dicen las investigadoras, permite que resurja la frase que decía el Indio Solari: “Cada uno tiene que cuidar su culito”.

Otro problema que surge unido al incendio del boliche es el de los “pibes que hacen rock”, porque las nuevas bandas no tienen dónde tocar, “el fenómeno rock chabón bajó su popularidad”, y eso, “unido al aumento de los consumos tecnológicos”, hace que sea difícil encontrar lugares donde los jóvenes se junten y puedan sentirse cómodos. Muchas veces, ellos, y sus padres, prefieren la seguridad hogareña.

“Es notorio que después de Cromañón un montón de bandas quedaron de lado y si no podés tocar en el Pepsi Music no tenés dónde –asegura Rosemberg-. Entonces, muchos jóvenes se escapan de espacios de expresión y diversión como la música porque no tienen dónde tocar”.

Para las investigadoras se pueden comparar las muertes de jóvenes en Cromañón con Malvinas y el terrorismo de Estado –si bien no de manera directa–, porque “las muertes de los jóvenes en la Argentina son recurrentes”. Y aseguran que así como en aquel momento aparecía el “por algo será”, hoy se impone el “a mí no me hubiera pasado”.

“Cromañón está muy mal leído por la sociedad, porque no quiere ver lo que sucedió y prefiere no hacerse cargo de las muertes de los jóvenes”, aseguran las investigadoras que se dedicaron al tema porque percibían que “no había nada escrito” que buscara una reflexión sobre Cromañón y lo viera “como una problemática social y no como un mero accidente o una tragedia de la cual las ciencias sociales no deberían ocuparse”, en la que el lugar de los adolescentes quedaba pegado a la vulnerabilidad. Y a eso le sumaron su diagnóstico, que dice que los teóricos no pudieron explicar lo que pasó desde la caída de De la Rúa a hoy.

“Cromañón llega con tres años de demora al 2001 –asegura Rosemberg– y puede ser leído de esa forma, porque muestra las consecuencias de un Estado que no se hace cargo ni de una generación ni de las condiciones necesarias para que los jóvenes se junten y salgan a divertirse. Llega tarde al 2001 y, de hecho, Ibarra, que era el único político que había zafado, con Cromañón tiene que retirarse. Es un quiebre absoluto en el que se ve el desamparo de los sectores populares como consecuencia de las políticas neoliberales de los 90”.

El caso Cromañón y la comunicación en la era de la precariedad

Tras el dolor causado por estas muertes, sobrevino la perplejidad: esta vez los jóvenes no habían caído en manos de las fuerzas represivas del Estado directamente sino que quedaron atrapados en lo que consideraban su propia fiesta.

Tanto el grupo musical, cultor de un género conocido como “rock barrial”, como el dueño del boliche, pertenecían a una escena artística que intentaba buscar alternativas –precarias, y por ende en más de un caso fuera de la ley– en una ciudad trazada por la vocación privatista y por una marcada ausencia de políticas de Estado que incluyan a los jóvenes de sectores populares. El 60% de las víctimas provenía del Gran Buenos Aires, el cordón que bordea a la ciudad capital en el que viven sectores humildes de la población.

En esa misma ciudad que los expulsa es donde los familiares y amigos de los jóvenes muertos y los sobrevivientes han establecido su lucha por la justicia y por la memoria. Las luchas derivadas de Cromañón tienen lugar en diferentes frentes: el judicial, el político y el comunicacional.

El rock, en tanto práctica comunicacional que se mueve entre la conspiración cultural y el diseño mercantil, es uno de los lenguajes con los que habla la mercancía, y por ende una superficie posible para pensar las tensiones entre culturas mas mediáticas, populares y subalternas, y las formas en que los jóvenes negocian y expresan dichas tensiones.

En la Argentina especialmente, porque el rock nacional ha sido tematizado como un espacio de resistencia a los disciplinamientos impuestos a los jóvenes durante el período del terrorismo de Estado.

Por Florencia Enghel, Cecilia Flachsland y Violeta Rosemberg

La mirada de las ciencias sociales

Violeta Rosemberg y Cecilia Flachsland investigan hace dos años el caso Cromañón desde las ciencias sociales. Rosemberg es politóloga y Flachsland es licenciada en Ciencias de la Comunicación, ambas de la UBA. Entrevistaron a padres, sobrevivientes y especialistas, fueron a recitales de Callejeros, estudiaron con detenimiento el santuario intentando responder por qué Cromañón quedó como un hecho aislado en la sociedad argentina y bajo la premisa de que las 194 muertes se dieron en el marco de un Estado que se retiró en la década del 90.

http://www.criticadigital.com.ar/impresa/index.php?secc=nota&nid=12018

martes, 23 de septiembre de 2008

Carta a los ESTUDIANTES

Saludo de monseñor Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú,
a los estudiantes con motivo de festejarse el Día de la Primavera
(21 de septiembre de 2008)

En los primeros días de la Primavera el estado de ánimo de la gente, en general está mejor dispuesto. Y, al menos para los estudiantes, es signo de que las vacaciones están cada vez más cerca.
Esta estación del año se identifica con los jóvenes por la vitalidad, los colores en la creación, la luminosidad de los días. Toparse con la belleza y el aire perfumado en Septiembre es casi inevitable.
Son tiempos en los que se valora mucho la amistad. Es durante esta primavera de tu vida en la que empezás a reconocer a los buenos amigos, esos que quieren verte feliz y están siempre con vos en las buenas y también en las malas.
El 21 de Septiembre se celebra el “día del estudiante”. Ser estudiante es tener la posibilidad de crecer y desarrollarte, aprender cosas nuevas que te ayuden a vivir con más plenitud. Pero no sólo es aprender “cosas” o “materias”, sino sobre todo aprender a vivir. Esto se alcanza compartiendo logros y fracasos, alegrías y tristezas con tus compañeros y docentes.
Experimentás también que sin esfuerzo y sacrificio hay metas que no se alcanzan. A veces la experiencia es con dolor; otras se da más naturalmente.
Inmerso en las coordenadas de nuestro mundo ser estudiante constituye un privilegio en el presente y una herramienta prometedora en tu futuro, para poder alcanzar esos sueños que anidan en tu corazón.
Pero en la primavera, como en la vida, no todo es luz y vida. También hay penumbras y muerte.
Los conocés. También se inscriben en las coordenadas de nuestro mundo. Hay mucho mercenario dando vueltas. Son capaces de cualquier cosa con tal de ganar dinero. Hasta se disfrazan de “amigos” siendo aves de rapiña. Jesús los llamaba lobos con piel de cordero. Vos sabés quienes son.
Venden ilusiones y espejismos como si fueran realidades. Lucran con tus sueños. Te confunden porque te hacen ver algo parecido a lo que buscás y deseás, pero que al llegar ves que de lo prometido sólo hay arena y en vos más cansancio. No corras atrás de espejismos que engañan. No es lo mismo una carcajada que alegría, complicidad que amistad, emborracharte o limarte la cabeza que divertirte. La muerte y el diablo quieren reírse de vos y tus amigos con una botella en la mano. Pretenden llevarte a vivir en castillos de arena, iluminados por pompas de jabón. El resultado lo conocés: encierro, miedo, soledad, violencia. Como dice una canción: “hay caballos que se mueren potros sin galopar”.
Sos única, sos único; sos irrepetible. Tenés algo para dar que sólo está en tu corazón. Tu familia, tus amigos, tu barrio, el país —tu patria, nuestra tierra— te necesitan: no te quedes con los brazos cruzados. Se es más feliz en la medida en que se hace feliz a los demás. Se alcanza la propia felicidad en la medida en que uno se compromete con los demás. Vencé la tentación del egoísmo individualista.
Si ya te cansaste de placeres intensos pero fugaces pensá a lo grande, pero no como algunos “grandes”. No te achiques ni te vayas a menos. Dios quiere tu alegría plena y verdadera. Vos sos un grande para Dios: te reconoce por tu nombre y así te llama.
Cuidate de las ilusiones que te condenan a aislarte “en tu mundo”. San Pablo escribió: “sin amor soy nada; el amor no pasará jamás”.
Te cuento algunas certezas que pueden primaverearte la vida:
- Dios te ama siempre
- El amor te hace feliz, el odio no.
- Jesús te da la vida: la tuya y la de Él
- La vida es un regalo que Dios te hizo para que seas feliz
- Los anhelos más profundos en tu vida (libertad, paz, justicia, amor) son semillas que Dios sembró en tu corazón.
Aprovechá la Primavera para hacerlas germinar.
Todos anhelamos amar y ser amados. Dios es Amor. Jesús confía en vos.
Yo también y te bendigo.
¡¡Feliz Día!!
Mons. Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú

Crónica 5

Cinco integrantes de nuestro curso tuvieron el placer de tener una charla con Martín (estudiante de abogacía que se encuentra en cuarto año de la Universidad Abierta Interamericana (UAI). Los temas principales que se hablaron fueron los significados de Estado, Nación, la composición de la Constitución Nacional, El Sistema Federal, Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, Estado de sitio, Decretos, Partidos políticos entre otros temas que ayudaban a que podamos entender mejor de lo que se comentaba. También hubo un video de fotografías donde nosotros teníamos que reconocer a diferentes personajes importantes de nuestra política, de nuestra historia. Fue una charla muy interesante donde quedamos satisfechos.

Muchas Gracias de parte de todos los que participamos de este foro barrial.

Lucha contra la anorexia y bulimia

Adicciones